domingo, 13 de junio de 2010

ENTREVISTA: diario "El ciudadano"

El Ciudadano es un medio de comunicación alternativo de circulación mensual en papel y de funcionamiento diario en la web. Se declara como un medio del Tercer Sector para romper con el cerco informativo y busca elevar desde lo local las demandas de la organización social chilena como también promover la acción directa de la ciudadanía por su derecho a autodeterminación.
Bruno y Sebastián del diario El Ciudadano se presentaron en la Pontificia Universidad Católica en una charla de extensión organizada por la Facultad de Periodismo. Como periodistas de LADO B, no podíamos faltar y estuvimos ahí. Sin perder oportunidad quisimos preguntarles frente a un tema que nos parece realmente interesante.


A continuación nuestra pregunta y la respuesta que nos dio El Ciudadano:


Lado B: En cuanto a la libertad de expresión, que ha sido un tema muy debatido en nuestro país en cuanto a que si hay una existencia y aplicación real de esta. Actualmente se podría decir que existe un duopolio entre El Mercurio y COPESA y ustedes son un periódico independiente, que no obedece a intereses políticos y económicos. Según esto ¿Se han sentido saboteados o se han visto afectados por estas grandes empresas, por postular una idea distinta de periodismo?






Conoce más del Diario El Ciudadano:

Cierre RCTV en Venezuela

En agosto de 2007, Hugo Chávez decidió no renovar la concesión para las transmisiones del canal RCTV. Éste siempre fue muy crítico a la hora de hablar del gobierno y fue cerrado por no cumplir las leyes nacionales de publicar las cadenas presidenciales, el himno nacional y respetar las pautas de horarios y clasificación.

Luego de haber sido “apagada” la emisora, se decidió su transmisión por cable con el nombre “RCTV Internacional”. pero en enero del 2010 fue nuevamente suspendida por determinación de Diosdado Cabello, ministro de CONATEL (Comición Nacional de Telecomunicaciones en Venezuela).

"No estamos cerrando a nadie. Si cumples las leyes, puedes salir sin problema. No estamos cerrando nada, ni un solo puesto de trabajo. Estamos diciendo que, en Venezuela, para estar en la grilla de programación de los operadores de cable, deben cumplir con esta ley", manifestó el ministro Cabello.

Entonces nos preguntamos
¿El cierre del canal RCTV atenta contra la libertad de expresión? El Gobierno venezolano cerró las transmisiones de esta emisora por no cumplir la ley. ¿Fue sólo el incumplimiento de ésta?, ¿O fue porque hablaban en contra de Chávez?

En nuestra opinión es necesario que exista prensa de oposición en un país, que todos puedan expresar sus visiones, las críticas también pueden ser positivas, pueden ayudar a cambiar lo que se está haciendo mal y así aportar efectivamente a la nación.

¡Busca!


"B" más allá de patrones económicos


"B" más allá de partidos políticos


"B" Objetividad


"B" La verdad


Busca el lado "B"

ENTREVISTA: Pedro Santander


Libertad de Expresión en Chile: ¿Existe o sólo es una ilusión?

Frente a este tema, quisimos entrevistar a Pedro Santander, periodista de la Universidad de Chile y Doctor en Lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien además ejerce actualmente como docente en la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.



¿Existe la libertad de expresión en Chile?

Pese a que el tema de libertad de expresión no es exactamente mi tema, en primer lugar es importante distinguir entre libertad de expresión y libertad de información.

Entiendo por libertad de expresión la posibilidad que tienen los seres humanos de expresarse con relativa libertad sobre los puntos de vista que les preocupen y les parezcan, yo pienso que eso sí existe en Chile.

Mientras que la libertad de información, distinguida de la libertad de expresión, tiene a mi modo de ver en cómo los medios de comunicación y las grandes instancias productoras de discurso hacen circular información en la sociedad. Ahora respecto a esta, yo creo que Chile es uno de los países con menos libertad de información de América Latina. Debido al tema de la concentración de la propiedad.

¿A qué se refiere con concentración de la propiedad?

Los medios de comunicación tanto escritos, radiales o audiovisuales están concentrados en general en manos de gente de derecha. Ahora bien, todos los medios, sean de derecha o izquierda comunican acerca de lo que les conviene y en eso no hay nada de malo; por ejemplo, El Mercurio es un diario de derecha, el Clarín a su vez es un diario de izquierda, ahora lo que me parece que genera problema; y que es súper criticable, es cuando esa diversidad de puntos de vistas que existen en la sociedad empiezan a ser controlada por patrones económicos o políticos, y eso sí pasa en Chile. Hay una clausura discursiva, respecto a los puntos de vista que se ponen en circulación masivamente respecto a los puntos de vista que se discuten, respecto al punto de vista que se legitiman o no, y esa clausura discursiva afecta la libertad de expresión en chile. Y tiene estrecha relación con la concentración de propiedad y cómo también la concertación, en sus 20 años de gobierno, pensó la comunicación.

Ahora bien, nos gustaría que se hiciera una aclaración respecto a que es un problema de Derecha, me explico, ¿le atribuye culpa a patrones netamente políticos o económicos, o ambos?

Creo que la concentración de los medios de comunicación es un reflejo de la concentración de la propiedad que en general, en esta etapa del capitalismo se ha dado, que algunos llaman el capitalismo post-industrial o simplemente neoliberalismo. Es una etapa donde, si hay algo que nos caracteriza es que, tienden a los monopolios. No existe realmente esa famosa libertad de competencia ya que existen colusiones, concentraciones, oligopolios. Y esto que ha ocurrido netamente en lo económico o puramente económico se ha reflejado y expandido al ámbito de los medios en los últimos 20, 30 años, pues no está dirigidos por sindicatos ni por agrupaciones civiles sino que están en manos de grandes capitalistas. Es un reflejo de lo que pasa en otras partes de nuestra vida, es que todo tiende a la concentración, a la monopolización de las estructuras políticas.

Ahora eso ¿a quién beneficia?, desde mi punto de vista beneficia fundamentalmente a aquellos que creen, sostienen el sistema capitalista. Y eso pasa en Chile, junto con Colombia, países; desde mi punto de vista, donde existe la peor libertad de información en América Latina

¿Cómo se podría dar una relación “idílica” entre libertad de expresión y libertad de información?

La verdad es que esta relación no es idílica, aunque si es bien paradojal. Durante la dictadura existía mayor libertad de información que ahora, aunque no de expresión. Existía; por ejemplo, la revista Cauce, el diario La Época, la radio Chilena, la Cooperativa que eran medios de oposición y muy leídos, con gran circulación, con muy buenos periodistas. Esta relación paradojal se da, ya que existió en los últimos años de dictadura la libertad de información, no así en democracia.

Ahora si habláramos de relación “idílica”, que mencionaste anteriormente, entre libertad de expresión e información yo pienso que se dio fundamentalmente en los últimos años 60´ y luego en el gobierno de Allende, ya que encontrábamos diarios de extrema derecha hasta extrema izquierda en circulación, como El Mercurio, La Tercera, la Última Hora, El Siglo, Tribuna de la Democracia Cristiana, el Clarín, la Radio Agricultura o la Radio Minería. Ahí los medios de comunicación reflejaron la diversidad política y social chilena.

¿Por qué cree usted que se dio esta relación paradojal en la cual en el periodo de dictadura se dio la libertad de expresión y en democracia no? ¿A qué o a quién le adjudica la responsabilidad?

Tiene que ver con relaciones políticas, económicas e históricas. Cuando se da el golpe de estado se cierran inmediatamente todos los medios de comunicación y se crearon bandos, puesto que se consideraba que estábamos en estado de emergencia. Así el bando numero 5, en octubre del 73’ autoriza que vuelva a circular el mercurio y la tercera. Y nosotros hasta hoy vivimos el bando número 5.

El bando número 5 es una relación histórica, se liquida a toda la prensa; sin embargo, se permite que vuelva a circulación El Mercurio y La Tercera dejando a estos dos diarios sin competencia y con un mercado exclusivamente para ellos, ya que hasta la persona más izquierdista leía estos diarios, por una razón de obtener información.

Razones políticas, acá declaro a la concertación culpable, pues en 20 años de gobierno dejó caer todos los medios de comunicación que tenían un pensamiento de centro-izquierda o izquierda.

¿Por qué cree usted que en 20 años de gobierno la concertación no fue capaz de cambiar el bando número 5?

Por razones políticas, pues una prensa de izquierda o centro izquierda hacía periodismo independiente, periodismo de investigación, hacía periodismo crítico y muy bueno. Como el trabajo de Apsi y la revista Cauce denunciaron ciertas anomalías en el gobierno de Pinochet, denuncias que fueron frenando estás prácticas. Supongo que el gobierno de la concertación simplemente no quiso una piedra en el zapato, pese a que fueran gente de ellos, por lo que se aliaron con la prensa de El Mercurio y COPESA.

¿Se podría decir que el hecho que no haya libertad de expresión es una forma de “apaciguar las aguas” entre la gente?

Es una manera de presentar una única forma de ver a la gente, así la gente no critica, no se hace una idea frente a ciertos temas. Muchas veces los medios molestan a los gobiernos y a la gente no le interesa; por ejemplo, yo creo que lamentablemente al pueblo chileno le importa mucho menos que a un sector de la prensa si Piñera vende o no vende Chilevisión, y esto es terrible, pues atenta contra la ética y la moral.

Estamos hablando de cierto modo que el hecho que se haya cortado la libertad de expresión, en comparación a lo que ocurrió en gobiernos de Allende y Frei Montalva y la falta de libertad de información, en parte es culpa de los ciudadanos. Si comparamos el interés político e informativo que tenía la ciudadanía anteriormente es totalmente distinta al actual, nos hemos convertidos en personas pasivas.

Sí, estoy totalmente de acuerdo, a mí lo que me parece es que lo que ha ocurrido en Chile es un fenómeno creciente y lamentable de despolitización, y esto es un problema, pues cuando la gente está politizada, son personas que entienden cómo te afectan o no las decisiones que tomarán las autoridades. Por eso creo que existe falta de libertad de información, simplemente porque la gente no exige más.

El duopolio de los medios

Podríamos suponer que siendo un país democrático, las libertades, en general, no deberían estar cuestionadas, y en el caso de la Libertad de Expresión, menos. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, cuando creemos que las cosas son obvias, no lo son tanto y en el caso de los medios en nuestro país queda fielmente demostrado lo anteriormente planteado. Para dejar contentos a algunos y no sonar tan escépticos, se puede afirmar con plena seguridad que existe Libertad de Prensa más no de expresión.

Bajo qué garantías respaldo mi argumento, se preguntaran muchos, y es lo que pretendo explicar en seguida. La concentración de los medios de prensa e información en nuestro país es francamente inaceptable para un país que garantiza en su constitución las libertades de prensa, sin embargo, es una más, de las tantas ironías que existen en nuestra Carta Fundamental, que sin ir más lejos, fue redactada en plena Dictadura.

Es evidente que en Chile, la oportunidad de crear Medios de Comunicación está al alcance de cualquiera que pretenda hacerlo, sin embargo el nivel de difusión, de propaganda y de recursos en general, está muy por debajo de las dos súper potencias de los medios escritos, que vendrían siendo: el Mercurio y la Tercera., famosa ya es la frase de que existe un duopolio de la prensa escrita, siendo los únicos protagonistas ambos diarios mencionados anteriormente. Y no es que solo tengan en su poder tales periódicos, cosa que ya toma gran relevancia, es que junto con esto, son dueños de más de la mitad de todos los medios existentes en Chile y controlan casi el 100% del panorama regional.

Lo más grave que está ocurriendo en nuestro país, es que se están confundiendo los empresarios, y a su vez los mismo medios, se está perdiendo, por no ser fatalistas y decir que ya se perdió, el amor a la entrega de la información verídica y sin fines de lucro, desde el momento, en que los diarios se transformaron en una especia de gallina de los huevos de oro para los inversionistas, todo cambio, en un país democrático como el nuestro, no se debe confundir la tan ansiada Libertad de Expresión con una Libertad utilizada para beneficio de pocos.
Y me refiero a una libertad que se utiliza para y por el interés y beneficio de éste oligopolio. El tratamiento de la información que entrega tanto el Mercurio como la Tercera, a temas conflictivos y relevantes del acontecer nacional, como los Derechos Humanos, el conflicto Mapuche, las movilizaciones estudiantiles, el conflicto con las salmoneras, etc., deja en clara evidencia el manejo de la noticia y la poca objetividad ideológica. No se puede hablar de libertad de expresión, si la concentración de la entrega de la información la tienen unos pocos, y menos si esos pocos, son también muchas veces actores y protagonistas de lo que se tiene que acusar o denunciar.

La Libertad de Expresión se ve puesta en jaque cuando gran parte de la información se ve manejada por dos grandes Empresas, y no existe una libre competencia. La pregunta que me surge de inmediato es la siguiente, cómo en un mercado liberal, donde la libre competencia es lo principal para el mantenimiento de éste, no existe tal para los medios. No se puede hablar de pluralismo en los medios, si el tiraje de la Tercera y el Mercurio superan con creces el tiraje de publicaciones independientes, y porque hacer la diferencia entre independientes y privadas, sí todos los medios deberían ser independientes, todos y cada uno deben entregar a la población la información tal cual es, sin manipulación a beneficio, ni compromisos económicos de por medio.

Tema aparte, es el de la publicidad, más del 80% de ella es publicada en el Mercurio, lo que claramente aumenta sus arcas considerablemente. Sin embargo, la publicidad privada no es un tema que se puede manejar, porque también se estarían coartando libertades, lo que sí se puede mencionar, manejar y arreglar, es la inversión del Estado en publicidad, las cifras son más que escandalosas, durante los Gobiernos de la Concertación, más del 70% de inversión de publicidad pública era en el Mercurio. Cómo se puede explicar eso, el Estado debería ser el primero en dar el ejemplo y no contribuir al incremento de éste duopolio.

Es hora de que el Estado se ponga los pantalones, que de una vez por todas, garanticen el valor democrático de la información y castiguen a quienes la usan con fines de lucro, que se ayude a los medios alternativos, que el discurso del pluralismo informático del cual se jactan muchas personas, sea de una vez por todas real y esté al alcance de todos y cada uno de los chilenos.

Régimen Militar v/s Libertad de Expresión


A partir del 11 de septiembre de 1973 se dicta el Decreto Ley N° 77 que prohíbe "toda acción de propaganda, por escrita o por cualquier otro medio, de la doctrina marxista o de otra sustancialmente concordante con sus principios y objetivos". Los medios de comunicación se deben someter a bandos militares. Esto hizo que muchos periódicos, diarios y medios de prensa en general tuvieran que cancelar de inmediato sus publicaciones. El gobierno quiso tener en sus manos el control total de la prensa para así evitar las fuertes críticas y ataques que podrían haberle hecho en ese momento. Fueron clausurados diarios como “El clarín”, “Última hora”, “Punto final”, entre otros. Los únicos medios que circulaban, eran previamente censurados.
La situación de los periodistas cambió radicalmente. Muchos fueron detenidos, otros exiliados y la gran mayoría estuvieron cesantes.
Además de los de prensa, también eran censurados la mayoría de los medios de expresión, por ejemplo, los artistas que trataban de hacer oposición, también tenían el peligro de ser condenados. Sin embargo, a pesar de las prohibiciones que existían, la gente buscó la manera de poder expresarse. Es así como nacieron organismos de comunicación clandestinos, como revistas, escritos y panfletos, que, evidentemente no podían ser vendidos públicamente, pero su difusión ocurría de “mano en mano” o, por ejemplo, se usó también el lanzar volantes al aire con información de oposición.
Desde 1980, hubo un poco más de libertad. Nacieron revistas de oposición como “Cauce”, “Apsi”, y “Análisis”, diarios como “La prensa”, y radios como “Cooperativa”, que pudieron expresar su opinión. Curiosamente, estas revistas, desaparecieron luego de volver a la democracia.
Los medios de comunicación, tienen gran influencia sobre la gente. Es por esto que en un tipo de régimen dictatorial, una de las primeras medidas que se toma es el control de la prensa, para informar con lo que no pueda atacarlos o contradecirlos y no tener a la gente
en su contra.

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